Cada dia em resulta més difícil llegir la premsa. Abans, fa uns anys (l'edat, que pesa?) era un addicte al diari, ara cada dia repasse tres o quatre capçaleres per internet, però ho trobe, francament, bastant avorrit les més de les vegades. Poques notícies desperten el meu interés, unes per conegudes (la ràdio em manté informat, encara com!), altres per previsibles o reiterades o alienes a l'interés general. La desqualificació de l'altre, la deshonestedar intel.lectual, la falta d'una ètica mínima, el baix nivell dels professionals de la política, m'encabronen. I això els dies bons; que els roïns em resulten depriments. Per què no els deixe estar? Doncs perquè no puc -ni vull- evitar l'interés per la cosa pública, per la vida.
De tant en tant, però, trobe coses a la premsa, articles d'opinió les més de les vagades, que m'interessen molt. Bé per que hi estic d'acord amb la tesi central, bé perquè posa negre sobre blanc arguments que jo no hauria sabut raonar millor, bé perquè tot i no compartir-los completament em fan pensar. Avui n'he trobat dos a El País.
Un és de Josep Ramoneda, "El furor reformista" i gira al voltant del desig de Zapatero de passar a la història amb millor aspecte que el que pot aportar ara per ara.
Diu Ramoneda "(...)A un Gobierno que va justo de pilas, le es difícil estar en todo, en pleno furor reformista del presidente. Pero, ¿qué ha cambiado en las convicciones de Zapatero para hacer ahora a toda prisa lo que no se hizo en tres años? Fundamentalmente una cosa: se ha dado cuenta de que su descrédito es tal que su reelección sería imposible aunque lloviera dinero sobre España. Con lo cual, ha decidido renunciar a la reelección y reformar todo lo que le pidan, con la esperanza de que, dentro de algunos años, la historia, o más bien su letra pequeña, reconozca que durante el segundo mandato de Zapatero se llevaron a cabo las reformas que permitieron que la economía española entrara fortalecida en una nueva etapa. Naturalmente, para que esto sea así, se necesitan tres condiciones: que las reformas se lleven a cabo; que sean realmente las que necesita el país, que no tienen porque ser forzosamente las que convienen a los mercados; y que dentro de unos años la ciudadanía las perciba como beneficiosas. Ninguna de las tres cosas está garantizada. Ahora la gente traga porque está asustada, pero un día puede decir basta (...)".
L'altre és de Jordi Garcia, titolat "La izquierda federal" i connecta amb un altre excel.elnt article de Javier Cercas de fa uns dies al mateix diari. (http://www.elpais.com/articulo/opinion/izquierda/federal/elpepuopi/20110127elpepiopi_4/Tes). Entre altres coses, Jordi García diu: "(...) Me pregunto desde la izquierda no nacionalista si la rehabilitación de ese federalismo como eje ideológico de un proyecto político de futuro no sería una salida estimulante para una izquierda (no solo socialista) desdibujada, errante o maniatada. La expectativa federal ha estado intermitente y tímidamente en boca de la izquierda desde hace muchos años, pero nunca se ha presentado con firmeza y convicción como cumplimiento final del largo despliegue del Estado autonómico. Me pregunto si las ventajas del federalismo, como idea motor y eje político cohesionador, no serían mucho mayores que el espanto que todavía pudiera despertar en los sectores peor educados civil y políticamente de la sociedad española. El coraje federalista de Zapatero se desdibujó muy temprano para quedar a merced de la galopante renacionalización españolista que encarnan el triunvirato don Pelayo, Aznar y Aguirre. El potencial vitamínico del federalismo quizá recobraría para el proyecto socialista a un amplio sector de la izquierda en Cataluña, desmotivado y ajeno al discurso monocordemente nacionalista (a izquierda y derecha). Pero podría ayudar también a la izquierda española a entender mejor, de una vez, esa pluralidad demasiadas veces sofocada con torpeza o invocada demasiadas veces solo retóricamente. El PSOE es el partido que desde cualquier punto de vista debería liderar un proyecto de España federal, por mucho que nadie tenga hoy la fórmula técnica y específica que adoptaría esa culminación federal de lo que es ya una forma atípica de federalismo (...)". <Photo 4>
Crec que paga la pena llegir els dos articles. Això, però, si encara tenim interés per la cosa pública, i no estem gestionant un dia depriment.
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